Calas

Calas (2001) de Germán Carrasco
Es un libro situado en el ambiente urbano de la década de los 90, momento en que Santiago comienza a expandirse de manera desmesurada, sin planificación más que la del lucro, generando una metrópolis caótica, dispar y notoriamente segregada. Ese caos impulsa un murmullo incesante que Germán Carrasco recoge y contrapone a lo que exige el poema: el silencio, lo áfono, la tersura de las calas o la blancura de la página fueron las primeras y principales piezas con las que el autor pudo construir la poética que hoy identifica como voz baja.
En este libro, un hablante en continua metamorfosis reúne imágenes de un modo múltiple sin hacerle el quite a la prosa poética o directamente a la narración, estilo con crea una especie de universo paralelo, pero fuertemente engarzado al contexto nacional. A través del montaje de retratos y situaciones, el autor da cuenta de la capacidad del lenguaje para delimitar, señalar y hacer surgir el cuerpo de las cosas, tomando como recurso cierto principio cinematográfico con el cual proyecta las escenas que hace visibles para el lector mediante las palabras.
Lo que develan los poemas que componen Calas, es el zapping ininterrumpido del mercado donde se dan cita un concierto de imágenes además de una serie de reflexiones sobre el propio oficio de escribir. Toda esta maraña, es tejida por el autor quien a través de una voz muy propia articula sus poemas, pegando las piezas con destreza cuando ellas a veces no calzan.
